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sábado, 24 de noviembre de 2012

Restaurar una silla


Os voy a enseñar un trabajo de restauración de una silla vieja, que hace unos cuantos años podíamos encontrar en algún despacho. He comprado esta silla en un mercadillo




MATERIALES UTILIZADOS:

  • Silla vieja. (podemos usar alguna que tengamos en casa de nuestra abuela, o adquirirla en un mercadillo, este tipo de sillas son muy económicas.
  • Lija fuerte.
  • Estropajo de aluminio. (algunas veces, las sillas están con demasiada suciedad, y la lija no puede con ella; es conveniente "fregar" bien la silla debajo de la ducha, con el estropajo de aluminio.)
  • Tapa poros.
  • Pintura acrílica al agua.
  • Cola Blanca.
  • Papel de arroz.
  • Cera y betún de judea.
  • Barniz ó Crema de Poliuretano.


Lo primero que debemos hacer, es limpiar bien la madera, lijarla y eliminar bien los restos de pintura o barniz que pudiera tener. Lo más importante, es dejar bien lisa y limpia la superficie a tratar. 
Cuando la lija no es suficiente para quitar la suciedad de la silla, podemos fregarla con estropajo de alumnio, debajo de la ducha, y dejarla secar bien.

En muchos casos, vamos a encontrar que faltan trocitos de madera o que la madera está "rota". 
Podemos arreglar estos desperfectos con masa de madera, pero a mí personalmente, me gustan esos defectillos, y nunca los tapo, a no ser que sean excesivamente grandes.

Cuando tengo la madera lo suficientemente limpia, aplico una base de pintura acrílica. Si vas a decorar la silla con diferentes colores, debes dar una base inicial con una pintura de un color claro.

La silla debe quedar bien cubierta con la pintura:


Yo en este caso, voy a forrar la base de la silla y el respaldo con un papel de arroz, para darle un toque elegante. Este es el papel que he elegido.


El papel de arroz es muy manejable, ya que contiene hilos de seda, que permiten manejar el papel a nuestro gusto. No lo haremos muy bruscamente, ya que aun conteniendo hilos es un papel delicado. Mirad el detalle de los hilos, por el revés del pliego:


Una vez seca la pintura acrílica, se pega el papel. Normalmente, no se hace ningún patrón; se ajusta el papel lo máximo posible a la pieza que vamos a forrar, y después de pegarlo, se recorta el sobrante con un cutter.


Para extender bien el papel, y que no quede ninguna burbuja ni nos haga arrugas, utilizamos una esponja o un trapito suave de algodón. Vamos estirando el papel por la superficie encolada, sin hacer excesiva fuerza, ya que podemos romperlo:


 Debemos poner especial cuidado en los rincones de la silla para que quede todo bien cubierto. 
Si somos mañosos del Bricolaje, podemos desmontar la silla y forrar las piezas desmontadas. En mi caso, he tenido que hacer encaje de bolillos para colocar las piezas de papel más pequeñas sin que se noten


Forramos aquellas partes que queramos, y este es el resultado:



En función del gusto de cada uno, podemos envejecer la silla o no. 
Si decidimos envejecerla, podremos darle el tono que queramos, más o menos oscuro. He utilizado cera, que venden en tarritos. No es cera sólida, he utilizado una cera en crema, a la que he añadido unas gotas de Betún de judea.


Con una brocha o un pincel fino, extendemos la mezcla sobre la madera; con la cera, además de proteger la madera, conseguimos que la brocha extienda la mezcla con mucha suavidad. Una vez extendido, limpiamos la superficie con papel de cocina, retirando la cera sobrante y para que quede el envejecido uniforme.



 Cuando se haya secado totalmente, damos un barniz incoloro para terminar el trabajo. Podemos aplicar cualquier barniz, con brillo o mate. Si queremos evitar gotas y sobre todo el olor del barniz, podemos utilizar Crema de Poliuretano, obteniendo el mismo resultado que con el barniz.




El resultado final es una silla muy elegante, que podrás lucir en cualquier parte de tu casa.



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